La mancha roja del cuadro que olvidaste en mi habitación.
Quiero percibir difuso el fantasma de tus
palabras,
El armario roto de donde sacaste tus demonios,
La cama oxidada y extensa que te cobijaba cada
noche,
Que la sangre exquisita queme mis manos,
Horadar con puñal celoso tu garganta.
Y coser con hilo y aguja la abertura
exagerada de tus piernas,
Desmantelar el bordado de tus senos,
Mutilar tus ojos y colgarlos sobre el
televisor,
¡Adorno de lascivo voluptuoso!
Como los cuadros que tanto adoramos en los
parques
Como los sueños húmedos que pintamos con sexo
en las paredes,
Y en el piso. En el mundo.
Quiero verte con saliva en mis pies,
Ver la mueca de tu sonrisa hipócrita
Montada hasta el último de tus días,
Y el orgasmo fingido e inútil,
Y el te amo deslizándose en dedos,
Cayendo en la basura.
Quiero que la lluvia, que baña todo en invierno,
Se cuele por las goteras que dejamos
Al saltar rayuela en la terraza
Y borrar con ella,
Cuando encharque el viejo colchón donde hicimos
batalla.
Toda huella que dejaste en mi santuario.
Escrita por: Christo Herrera Inapanta
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