Basura para comer



Escarbo la basura,
Fundas de papas y pañales sucios.
Olor rancio, a podrido, a humanidad.
Llega una persona, me alejo,
Pienso que me lanzará pedradas.
No lo hace. Tuve suerte.
Deja otra funda negra de basura
Se va gritándome.
Trata de ahuyentarme.
No puede, el hambre es más fuerte.
Se va.
Estoy en una esquina de una ciudad,
No importa cual, a nadie le importa.
A mí tampoco, solo quiero comer.
Encuentro sobras,
Unos huesos que roer,  arroces podridos.
Los como. El hambre es más fuerte.
Chillan las llantas de un automóvil
Me asusto de nuevo.

Recuerdo:
Un amigo murió atropellado.
No importa cual, uno más, dirán ustedes.
Uno más, diremos nosotros, los de la calle.
Lo cierto es que el grupo, no es grupo sin él.
Truena el cielo. 
¡Retumba como rugido en mis orejas!

No importa, el hambre es más fuerte.
Llueve. 
Centellean los vidrios por los rayos,
Retumban luego, los truenos,
Siempre me asustaron los truenos.
                                                No importa,
                                                ¡No importa!
El hambre es más fuerte.
Escarbo entre fundas,
Encuentro pan verde.
Como:

                                           Dolor intenso,
Baba espumosa entre las muelas,
Vómito de sangre, convulsiones.
Moriré en pocos tiempo.
A nadie le importa, a mí, tampoco.
El hambre era más fuerte.

Alzo la vista al cielo gris relampageante.
Una niña llora desde una ventana,
Me señala.
Otro perro, dirá.
El hambre, fue el hambre, dirá.
Sí, niña, fue el hambre
El hambre fue más fuerte.

Escrito por: Christo Herrera Inapanta.

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